Revista Somos Uruguay - N° 40 - Agosto 2012
Pablo Montaldo, Presidente de la Bolsa de Valores de Montevideo, habla con Somos Uruguay del rol de la entidad y señala que en los últimos años el nivel de operaciones ha venido creciendo, como lo muestran las cifras. Destaca, por otra parte, que la regulación en la operativa es cada vez más intensa, cosa que ocurre en el país siguiendo la tendencia mundial. También informa de los servicios básicos que presta la BVM, de cómo se reflejan en el mercado algunos hechos derivados de la crisis financiera internacional y sobre la incidencia que se espera tengan los tratados de intercambio de información que firme Uruguay con países relevantes para su accionar.
¿Cuál es el rol del mercado de valores como soporte financiero para los procesos de inversión del país?
- El rol del mercado de valores, y no solo en Uruguay, sino en general, es unir lo que es la oferta de fondos con la demanda de esos recursos. Hay agentes que precisan fondos para financiar sus proyectos, ya sean ellos empresas, gobiernos o entidades mixtas, y por otro lado están los inversores. Entonces, el rol del mercado de valores es juntar ambas partes, los inversores y los demandantes de fondos. Eso ocurre en todas partes del mundo.
- La pregunta apuntaba al caso uruguayo por sus dimensiones y por su propia operativa. Entonces ¿cómo ha evolucionado últimamente la Bolsa de Valores? ¿Qué importancia ha tenido la regulación y supervisón ejercida por el BCU a partir de la ley de diciembre de 2009 que modificaba la de 1996 sobre Mercado de Valores y Obligaciones Negociables?
- La Bolsa ha venido creciendo y así lo muestran las cifras de los últimos años, donde se constata que se ha triplicado su operativa entre 2006 y 2011. Aclaremos que los negocios siempre pueden tener épocas buenas y malas, períodos de altas y de bajas. Pero lo que sí es cierto es que tanto el mercado de la Bolsa como el de los intermediarios en general, ha venido creciendo auspiciosamente.
La otra parte de la pregunta se refiere a las implicancias que tiene esa regulación. Digamos que la regulación es cada vez más intensa, desde hace algunos años y sobre todo desde la primera ley del Mercado de Valores, pero incluso antes de ella, esa regulación ya iba in crescendo sin cesar. Aclaremos que esto ocurre siguiendo la tendencia mundial. No es que en Uruguay crezca esa regulación sino que el fenómeno está ocurriendo en el mundo.
Es así que todos los agentes nos hemos tenido que adaptar a ese mayor nivel regulatorio, que supuestamente está basado en darle mayor seguridad al inversor y ayudar a la estabilidad de la economía.
- ¿Cómo ha incidido la mejora de la situación económica del país en los últimos años en el desempeño de la Bolsa de Valores? ¿Qué novedades importantes se han registrado? ¿Han aparecido nuevos interlocutores? ¿Qué variaciones se pueden apreciar en los papeles ofrecidos y en su demanda?
- Bueno, hay algunas cosas que han cambiado bastante y otras que no se han modificado demasiado en estos tiempos. El crecimiento de la economía registrado en estos últimos siete u ocho años es evidente para todos, y también lo es, el alza del mercado.
La composición de los papeles que se transan en el mercado de valores sigue siendo predominantemente de papeles emitidos por el Estado, organismos del Estado, Banco Central y el propio gobierno. Básicamente el BCU y el gobierno son los dos grandes emisores que hay en el país, y eso se mantiene incambiado. No se ha desarrollado con mucha intensidad el mercado de los papeles privados por diversas razones.
- ¿Existe desconfianza en esos papeles, quizá?
- No, no es que haya desconfianza. Hay varias realidades que explican el escaso desarrollo de esos papeles. Esto no es solo una característica que sea patrimonio del Uruguay, sino de los mercados de valores de los países pequeños. Es habitual que ello ocurra en economías pequeñas y abiertas como la nuestra. Países donde las grandes empresas, que están en condiciones de ir al mercado y cumplir con todas las condiciones, son o empresas de propiedad estatal o empresas multinacionales. Hay pocas empresas nacionales cuyo tamaño justifique ir al mercado, o que precisen volúmenes de financiamiento grandes como para tener que recurrir a él.
Y las empresas estatales y las multinacionales no se financian en el mercado local, o por lo menos no en el mercado de capitales públicos, con oferta pública de valores. Se financian con bancos, con organismos multilaterales, se financian con resultados propios, y esa es para mí, la principal causa por la cual está subdesarrollado el mercado de valores privados. Pero hay otras causas también.
- ¿Qué elementos cree que son necesarios para que la Bolsa de Valores mejore como opción en el interés de los inversores?
- La Bolsa no es una opción. Lo que verdaderamente es, es una plataforma, una empresa que lo que hace es dar la base a un núcleo de operadores, socios o no socios de ella, para que puedan realizar sus transacciones.
La Bolsa no ofrece productos, no aconseja ni estructura productos, sino que simplemente es una plataforma. En el caso de la Bolsa de Valores de Montevideo, se brindan básicamente tres servicios a los operadores. Uno de ellos es la plataforma operativa, que parcialmente se hace con un sistema electrónico y parcialmente con el antiguo sistema presencial, pero que fundamentalmente hoy, el sistema transaccional es electrónico.
También ofrecemos un servicio de liquidación. En todas esas transacciones que se hacen por los operadores, la Bolsa se dedica a compensar las utilidades, que antes lo hacían bilateralmente cada parte y hoy hay un sistema para que lo haga la BVM, dándole más transparencia y seguridad a las transacciones.
Y tercero, la Bolsa también ofrece un sistema de custodia de valores. Son todos servicios que se ofrecen a sus operadores, y que son realizados con mucho profesionalismo y seguridad para todos. Pero sí tiene algún rol como agente del mercado, para tratar de que lleguen más productos, pero no para que la Bolsa haga negocios, sino para que se cursen más transacciones en el sistema, y allí quienes se benefician en definitiva son los intermediarios y los inversores.
La BVM, como está involucrada y tiene relación con los operadores, los inversores, los emisores, como tiene contacto con todos ellos y con el gobierno, a veces ayuda a la promoción. Pero en realidad no recomienda papeles, no emite, no gerencia papeles ni estructura acciones. Lo que hace es tratar de que más cantidad de empresas vengan a ella. Intenta negociar, como por ejemplo lo hicimos en la segunda Ley del Mercado de Valores donde tratamos de negociar algunos incentivos fiscales, para que quienes emitieran a través de la oferta pública de la Bolsa de Valores, tuvieran alguna ventaja, cosa que se logró tanto para los emisores como para los tenedores, como es el caso de que el IRPF que se pagara fuera más bajo.
También ha conseguido que sean promovidos proyectos declarados de interés nacional. Y que el hecho de que la negociación se haga a través del Mercado de Valores, tenga una consideración de puntaje especial para su promoción como proyectos. En fin, lo que hace la BVM, son gestiones para que el Mercado de Valores tenga más movimiento, porque entiende que el dinamismo del mercado de valores hace al dinamismo de la economía. Entonces entiende que ayudar a consolidar el mercado de capitales, es un aporte a la dinámica de la economía.
- ¿Qué incidencia tiene y ha tenido para el desarrollo de la actividad bursátil en Montevideo, la inestabilidad económica internacional que se vive a partir de 2008 con las sucesivas crisis en Estados Unidos y Europa?
- Las turbulencias financieras y económicas siempre tienen consecuencias sobre los mercados, ya que ese nerviosismo que generan lleva a que la gente compre y venda con mayor rapidez y ello hace a una mayor actividad. Se generan oportunidades, diferenciales, donde se aprovechan a veces, en un marco donde la transaccionalidad aumenta a raíz de la volatilidad. Pero en realidad, debemos decir que las turbulencias influyen más en los inversores. La Bolsa en realidad no se ve especialmente afectada.
- La pregunta apuntaba a la operativa en el caso de Montevideo. Si se había percibido una mayor dinámica.
- Si uno observa las cifras, sí, ha habido más. Pero si se pregunta si hay una verdadera relación de causalidad debemos decir que si miramos por ejemplo la BVM, los valores de lo transado año a año han venido aumentando. Aumentaron en 2007 y 2008, bajaron un poco en 2009, pero luego aumentaron en 2010 y volvieron a hacerlo en el 11. Es que a veces se han dado algunos picos por la turbulencia, pero yo no creo que sea lo determinante.
Yo pienso que todas las bolsas, en general, no están a favor de las turbulencias para que haya más movimiento. Por el contrario, la tranquilidad es mucho más beneficiosa para los mercados a largo plazo, como lo es para cualquier actividad financiera.
- También trataba de aclarar su punto de vista en el sentido de si cree que han llegado capitales de los países centrales, buscando opciones en escenarios como el nuestro, dada la inestabilidad de las naciones del primer mundo. Si lo han hecho a través de la BV M.
- Sí han venido capitales, pero no necesariamente han pasado por la Bolsa. El incremento en la llegada de capitales al país en los últimos años es notorio, y se ve tan solo mirando la balanza de pagos, el crecimiento de las reservas internacionales del país. Algunos de esos capitales vienen a parar a valores públicos, porque muchos vinieron a valores emitidos en moneda local, ya sea en pesos uruguayos o en unidades indexadas, porque fueron atractivos durante los últimos años estos papeles por su seguridad y su rentabilidad. Pero también llegaron como capital para empresas, como negocios inmobiliarios, ya sea para la construcción o para la adquisición de campos. O sea que no todas las inversiones que llegaron lo hicieron al mercado de capitales. Alguna parte sí, y seguramente ello está reflejado en los números, pero gran parte vino al país para otros emprendimientos.
- El gobierno promulgó la ley que crea un registro de dueños de títulos al portador en el Banco Central a partir del 1° de agosto. Las firmas que no den la información serán sancionadas con importantes multas. ¿Qué incidencia tiene el tema en la operativa de la BVM?
- La ley a que se refiere, es al registro de acciones al portador, y nosotros creemos que no va a tener impacto en lo que es el Mercado de Valores, fundamentalmente por dos razones. En primer lugar, porque son pocas las empresas que cotizan en Bolsa, son seis en realidad. Y además la BVM consiguió que esas empresas quedaran exoneradas, por lo que sus accionistas están exonerados de registrarse.
Por lo tanto los accionistas de todas las empresas que cotizan en Bolsa no tienen que mandar sus datos al registro. Eso está expresamente consagrado en la ley. Nosotros lo pedimos y ello fue recogido por el Poder Ejecutivo y por el Parlamento.
Eso, por otro lado, es así en todas partes del mundo. Con respecto a futuras emisiones que pueda haber, tampoco tendrá impacto porque la última ley del Mercado de Valores establece que toda nueva emisión, de cualquier tipo de valor, tiene que ser escriturada y no puede ser al portador. Entonces, ya estaba prácticamente derogada la posibilidad de emitir obligaciones, acciones, fideicomisos o participaciones de fideicomisos al portador. Sintetizando, entonces, en la práctica esta ley no tendrá incidencia en la operativa de la BVM.
- ¿Y qué importancia le atribuye a la firma de tratados de intercambio de datos con países relevantes como Argentina y Brasil?
- El impacto en nuestro mercado es el que tendrá en nuestra economía, pero aún no lo tenemos claro y no lo tendremos hasta después que se ratifiquen esos tratados. Yo creo que de alguna forma los extranjeros, principalmente argentinos, tenedores de bienes en Uruguay, tendrán maneras de no quedar registrados y eludir el tema.
A nivel de lo que es el mercado de valores, sí hay extranjeros tenedores de valores, recordemos que los valores uruguayos son emitidos al portador, como es el caso de los valores del Estado, más allá de que uno tiene que abrir luego una cuenta con un intermediario de valores, sea un corredor de bolsa o un banco. Y cada vez que uno abre una cuenta, queda estampado su nombre, ya sea que se haga a nombre propio o de una sociedad.
Yo creo que el dinero legal, que hay mucho en Uruguay, no va a tener problema. Hay experiencias en otros lados, de países que han firmado tratados de este tipo, como es Estados Unidos, y los casos investigados son contados con los dedos de la mano. No es un tema que impacte, a no ser que Argentina se ponga a perseguir gente rápida y masivamente. No soy pesimista en este tema.
Es verdad que puede haber personas que piensen diferente, que sostengan que puede haber una fuga. De todos modos digamos que esto hoy está pasando en todos lados. Hasta Suiza que era un país que podía tener algunas características especiales ha entrado en esto. Las llamadas cuentas innominadas, por ejemplo, ya no existen más. Eso no solamente en Suiza, sino en otros lugares conocidos como paraísos fiscales, ya no permiten estas cuentas innominadas. Ya entonces, donde eso se permite, son lugares que no resultan creíbles para nadie. En síntesis, esto nos podrá gustar más o menos, pero es una tendencia, es un dato de la realidad, y Uruguay está jugando en esa cancha, y sin perjuicio que sea un tema opinable yo tengo una posición personal, no la de la Bolsa, que no tiene posición sobre el tema, porque no tiene por qué tenerla.
Sin duda Uruguay tiene que jugar en esa liga y si mañana se le abren las puertas de la OCDE, ahí, en esa cancha grande es donde debe jugar.
- Recientemente no hubo interés en el remate de la silla para ocupar el cargo de corredor de Bolsa tras la renuncia de un integrante de la entidad. Y eso pese a que fue a remate con una base inferior que las veces anteriores. ¿Qué lectura le merece esta situación?
- Tengamos simplemente presente que el cargo de corredor de bolsa es un activo que es propiedad de la BVM, y que ha sido entregado en usufructo a los corredores. Y en este momento hay algún título a la venta, y a veces hay poca demanda. En un caso anterior se había vendido en 95 mil dólares. Apareció un comprador y lo compró. Y en esta oportunidad que menciona, no hubo interesados y quizá se baje el precio hasta que se encuentre la oferta con la demanda.
Son cosas que ocurren con un bien que es muy particular. No es que haya compradores allí, no se trata de un supermercado donde hay pluralidad de compradores y de vendedores. Hay pocos vendedores y también muy pocos adquirentes. Quien compra una silla en la Bolsa debe dedicarse al negocio bursátil, y para dedicarse ya debe estar trabajando en él. Antes alguien podía comprarlo y luego comenzaba de a poco, pero ahora ya no es tan fácil.
En general, como decimos, es para alguien que está, aunque puede ser un broker de afuera. Los últimos que compraron fueron argentinos. Antiguamente en la BVM había familias que tenían varios cargos. Ahora no es necesario porque uno hace una sociedad y no es preciso tener tres cargos, como hay familias que aún los mantienen. Pero se puede operar de la misma forma con un cargo que con tres. Algunos siguen conservándolos para no desprenderse, en definitiva, de un valor. En el caso que me preguntaba hay que esperar que surja la demanda. Los precios en estas operaciones están muy relacionados con la circunstancia puntual de la oferta y la demanda.
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