25 de agosto de 2008
El Primer Libro de Samuel de la Biblia cuenta que el mítico guerrero Goliat medía casi tres metros, llevaba un casco de bronce en la cabeza y estaba revestido por una coraza de escamas que pesaba 55 kilos. Unas polainas de bronce le protegían las piernas y una jabalina reposaba en su hombro. Se decía que tenía una fuerza descomunal.
Pero Goliat fue derrotado por el niño David, que contaba nada más que con una honda y una piedra. Lo hirió de muerte pegándole en la frente.
Varias empresas estadounidenses parecían, hasta no hace mucho, Goliats. Las automotrices de Detroit General Motors, Ford Motor y Chrysler parecían invencibles. La semana pasada solicitaron al gobierno cerca de 25.000 millones de dólares en créditos para poder sobrevivir.
Otro caso es el de los mega bancos Fannie Mae y Freddie Mac. Las acciones de Fannie cayeron 92,6% y las de Freddie 95,2% desde el último máximo del 5 de octubre de 2007 y se encuentran a valores similares a los de principios de 1989.
El lunes 18 Jonathan Laing escribió en el semanario inglés Barron’s que la recapitalización de la entidades hipotecarias por parte del gobierno norteamericano era casi inevitable. De acuerdo con la información de Barron’s, el rescate contemplaría la emisión de acciones preferidas y derechos preferentes sobre dividendos, desplazando a los actuales accionistas y a la plana gerencial.
Ante la información, los inversores reaccionaron con ventas y las acciones de Fannie Mae y Freddie Mac perdieron aún más valor. El mismo día el Departamento del Tesoro dijo que no tenía planes de respaldar a los gigantes hipotecarios proveyéndoles capital o nuevos préstamos.
Estas entidades, creadas en 1938 y 1968 respectivamente, fueron responsables de que casi el 70% de las familias norteamericanas se convirtieran en propietarias de sus viviendas. Lograron, asimismo, atraer cientos de miles de dólares de ahorro del resto del mundo al mercado hipotecario estadounidense. Al 30 de junio los extranjeros poseían US$ 1,4 billones en bonos de estas dos entidades.
Pocos piensan que estos dos gigantes vayan a morir como Goliat. Pero algo habrá de suceder, aunque nadie se anime a predecir bien qué. Lo cierto es que el nexo entre el americano medio y el mercado financiero internacional se rompió y las consecuencias para el mercado de hipotecas serán profundas y duraderas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario