4 de agosto de 2008
Hace un año el mundo empezó a sospechar de que la economía de los Estados Unidos estaba en problemas. En un año la crisis se hizo más grande y hay dudas de si no va a seguir creciendo.
Fue precisamente el 1° de agosto de 2007 cuando dos fondos de cobertura de Bear Stearns fueron a la quiebra y otro congeló sus activos. Una semana después, el banco privado Sal. Oppenheim de Luxemburgo, uno de los más grandes de Europa, anunció el cierre de un fondo de 750 millones de dólares gerenciado por la fundación australiana Hypo KAG. El 9 de agosto BNP Paribas, el mayor banco de Francia, congeló fondos de inversión de 2.200 millones de dólares que estaban expuestos al problema “subprime”. El mismo día, el banco alemán NIBC reveló pérdidas por US$ 189 millones en negocios con bonos relacionados con hipotecas.
Desde entonces, las pérdidas declaradas por instituciones financieras debidas al problema hipotecario suman US$ 925.000 millones, según Economy.com, un sitio de Moody's Investors Service. Algunas empresas financieras ya quedaron por el camino: Bear Stearns, Countrywide Financial e IndyMac Bank.
La quiebra de IndyMac fue la tercera mayor de la historia bancaria de Estados Unidos por activos gestionados, sólo superada por la intervención de Continental Illinois National Bank & Trust en 1984 y por la quiebra de American Saving & Loan Association of Stockyon 1988.
Las amenazas se extienden a otras firmas financieras estadounidenses como Fannie Mae, Freddie Mac, Washington Mutual, Citigroup, Wachovia, Merrill Lynch, Lehman Brothers o Thornburg Mortgage.
En junio de 2007 el secretario del Tesoro, Henry Paulson, había declarado que “estamos en o cerca del piso” de la depresión inmobiliaria y que las pérdidas eran acotadas y que no dañarían a la economía en su conjunto. En ese entonces los precios de la vivienda habían caído apenas 1,5%.
Michel Bordo, profesor de la Universidad Rutgers, estima que el mercado de la vivienda demorará dos años en recuperarse. El gobierno está haciendo todo lo posible para que las cosas no pasen a mayores. La semana pasada el Congreso aprobó un paquete de ayuda a los deudores hipotecarios y a las dos principales instituciones del mercado, Fannie Mae y Freddie Mac.
Pero el mercado sigue percibiendo problemas, ya que la aprobación del paquete casi no causó efecto sobre el valor de mercado de los principales jugadores.
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