2 de junio de 2008
Quizá muchos recuerden la serie de televisión cuyo protagonista, Angus MacGyver, trataba de ayudar a los buenos y terminar con los malos usando su inteligencia y elementos simples. MacGyver era una especie de agente secreto que estaba el servicio de la “Fundación Phoenix” y cargaba con una mochila en la que tenía objetos comunes para fabricar toda clase de elementos y escapar de todos los peligros que se topaban en su camino.
Tenía tenía cierto parentesco con Robin Hood, quien vivía fuera de la ley escondido en un bosque, defendía a los pobres y oprimidos y luchaba contra el comisario y el príncipe Juan Sin Tierra. Robaba a los enriquecidos ilegítimamente y distribuía el botín entre las víctimas.
Ahora parece que la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) ha asumido el papel de MacGyver (o Robin Hood). Como estrategia para –supuestamente- contener la inflación, la repartición estatal ha lanzado una ola de acuerdos de precios con empresas privadas.
A principios de mayo se logró un acuerdo para poner en las góndolas un arroz barato durante tres meses. Semanas después se acordó con los fabricantes de pastas frescas la oferta de un producto a menor precio, mientras los molinos harineros y los panaderos se comprometieron a no subir los precios hasta el 30 de julio.
La OPP quería una harina y algún producto panificado barato, pero los molineros y panaderos apenas prometieron no subir sus precios durante un plazo de 60 días, absorbiendo los aumentos de tarifas, insumos y salarios. La última novedad fue el acuerdo con la empresa COUSA para que ésta mantenga el valor actual de su aceite de soja hasta el 31 de julio.
Luego de completar esta canasta de productos con precios “acordados”, la OPP piensa ya en otro grupo de productos (que no fue dado a conocer) y en acciones para realizar un “control efectivo” de cumplimiento de los acuerdos, según declaró el asesor, Juan Manuel Rodríguez.
No puede escapar a nadie que estos acuerdos de precios son un simple engaña pichanga. Y, básicamente, porque no solucionan el problema de fondo, que es la inflación: el alza generalizada de los precios. La inflación no se combate con controles de precios ni con un sistema de “trazabilidad”, como propone el director del Instituto Cuesta Duarte, Ruben Villaverde. Algunos de los productos “acordados” ni siquiera están en la canasta del Índice de Precios del Consumo (IPC). La inflación se combate con medidas más generales, principalmente monetarias.
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