28 de abril de 2008
Las medidas rancias parecen estar de moda. Primero se resucitaron la detracciones, luego los controles de precios, ahora se reflota el toqueteo de los encajes bancarios.
Los bancos centrales son las instituciones encargadas de regular la cantidad total de dinero en circulación en una economía. Hay básicamente dos tipos de instrumentos para controlar la cantidad de dinero. Un primer grupo de instrumentos apunta a la llamada “base monetaria”, compuesta por el circulante en poder del público más los depósitos en moneda nacional de los bancos en el banco central. Estos instrumentos incluyen, por ejemplo, las emisiones de Letras de Regulación Monetaria (LRM).
Un segundo grupo de instrumentos trata de controlar la cantidad total de dinero, que incluye los depósitos en los bancos. Precisamente, una de las variables que permite influir directamente en la cantidad de dinero es el encaje, que es la reserva que se le exige a un banco sobre el total de depósitos captados.
Los encajes como instrumento de política monetaria habían dejado de usarse activamente hace más de 20 años. Se utilizaron intensamente en los años posteriores al quiebre de la “tablita” (1982) cuando al Banco Central le era difícil incidir sobre la base monetaria captando pesos.
Una suba de los encajes tiene un efecto similar al de un impuesto. Los bancos ven reducido el porcentaje de depósitos que pueden colocar. Como consecuencia, puede pasar que disminuyan sus ganancias, que aumentan las tasas de los créditos o que bajen las tasas de los depósitos. Habitualmente se da una combinación de estos tres resultados.
Se argumenta que una suba de encajes tiene efectos antiinflacionarios, ya que reduce la cantidad de dinero en circulación. La evidencia indica que la correlación no necesariamente siempre se da en la práctica y que, cuando se da, no tiene efectos de largo plazo. Basta analizar lo sucedido recientemente en Perú.
Al igual que Uruguay, Perú tiene una inflación en alza y un dólar en baja. También aplica metas de inflación y la variable de control es una tasa de interés de referencia fijada por el Banco Central de la Reserva. En enero se decidió subir los encajes, tanto en nuevos soles como en dólares. ¿Y qué pasó? El dólar ya lleva una caída de 7% en el año y la inflación del año va en 2,2%, lo que hace virtualmente imposible cumplir la meta de 3% para todo el año. El peruanismo no funcionó antes y tampoco funcionará ahora.
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