Cuando uno llega por las cercanías de 18 de Julio y Fernández Crespo las brújulas se ponen locas, el Sur pasa a ser el Norte y el Norte el Sur. Allí se encuentra amarrado el Banco Hipotecario (BHU), un barco que parece haber sido botado sin capitán o que directamente zarpó con la brújula rota.
No se puede decir que el BHU se haya hundido porque, como el famoso Titanic, haya chocado contra un enorme iceberg. No parece hundido del todo; está muy escorado. Ha perdido más de US$ 1.500 millones en los últimos años. Tanto este gobierno como el anterior intentaron poner comandantes que lo llevaran a buen puerto. Pero, la semana pasada, quedó patente lo arduo de la tarea.
De acuerdo a versiones de prensa, los directores del banco estatal fueron removidos por “inoperantes”. Y es probable que lo fueran, aunque es difícil tomar un timón con firmeza cuando las políticas, tanto en materia de vivienda como de créditos hipotecarios, son poco claras, por no decir simplemente erráticas.
Uruguay es un país de gente propietarista, gente que sueña con la casa propia. No es el único. Los estadounidenses son, en ese aspecto, iguales a los uruguayos. El 70% de las familias americanas es propietaria de su vivienda y casi el 50% tiene un crédito hipotecario. No en vano por allá por el Norte el crédito hipotecario representa cerca de un 50% del PBI. Y eso porque, más allá de la crisis por la que pasa el negocio, ha habido históricamente una política de fomento al crédito para vivienda.
En Uruguay el crédito hipotecario no llega al 5% del PBI y, si se quitan los créditos del BHU con problemas, ese porcentaje baja a menos del 2%, cifra más que pobre.
Sería interesante que se explorara un camino como el de Estados Unidos, donde el Estado deja al sector privado la tarea de decidir los créditos. Desde 1968 existen dos entidades (Fannie Mae y Freddie Mac) creadas para dar estabilidad y liquidez al mercado hipotecario. Estos bancos de segundo piso gozan de diversos privilegios, como exoneración de impuestos y acceso a una amplia línea de crédito del Tesoro.
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