Hay algo de lo que no se ha hablado en el reciente debate sobre la despenalización del aborto: la relación de causalidad entre el aborto legal y la criminalidad. Muchas veces de hace mención a teorías sobre el combate al crimen. En muchos casos se mencionan teorías que no están probadas o, incluso, teorías que se ha probado que son ineficaces o contraproducentes.
Sobre los factores que influyen en la criminalidad hay ríos de tinta escritos. Pero ningún trabajo tan revelador como el del economista Steven Levitt: “Cuatro factores que explican la baja y seis que no la explican”, de 2004.
Según Levitt, la baja en la delincuencia que se produjo en los EE.UU. en los años ’90 no se explica ni por la fortaleza de la economía, ni por la amenaza de la pena de muerte, ni por las estrategias policiales innovadoras, ni por medidas más estrictas de control de las armas, ni por el aumento de la cantidad de armas en manos de la gente responsable, ni por el envejecimiento de la población.
Para Levitt, los factores que influyeron en el descenso del crimen fueron las penas más estrictas, un mayor número de efectivos policiales, el estallido de la burbuja del crack y la legalización del aborto. A las condenas más duras atribuye un 33% de la baja, al aumento de la cantidad de policías un 10% y a la quiebra del mercado de las drogas un 15%. El aborto explicaría el 42% restante de la baja.
En los EE.UU. el aborto comenzó a despenalizarse a partir de un fallo del Tribunal Supremo de enero de 1973. De acuerdo a un estudio de 1999, el hijo típico que no nació luego de dicha despenalización habría tenido un 50% más de probabilidades de vivir en la pobreza que la media y un 60% más de probabilidades que la media de crecer con un solo padre. Estos dos factores se encuentran entre los principales que permiten predecir si un niño tendrá un futuro criminal.
Estudios realizados en Australia y Canadá han establecido una relación similar entre el aborto y el índice de criminalidad. Acá de eso no se habla. Es un tema duro y que divide, pero que merece un debate.
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